Convendría que los periodistas del motor, tan afines a la marca BMW, hablasen con claridad de que el vehículo marca Isetta, sólo lo fabricó BMW bajo licencia – no fue para nada invento suyo – por un período de tiempo, ya que después de la segunda guerra mundial, BMW sólo era un fabricante de coches de tres al cuarto que además de la tal BMW-Isetta fabricó también una especie de pequeño deportivo parecido a un Seat-Siata, de cortísima tirada, y tan poco afortunado estéticamente como el citado pseudo-deportivo de BMW. El creador y fabricante original de la Isetta, se llamaba al coche en femenino, fue el fabricante italiano ISO, creador de maravillas de la carrocería como el ISOTTA FRASCHINI y el ISO RIVOLTA y otros, supongo.
Antes de la citada guerra, terrorífica donde las haya, BMW fabricaba motores de avión – Daimler también – , de ahí lo que parece ser una hélice girando que es su anagrama; y algunas series cortas de coches como el 328, digno de pasar a la historia de los clásicos, como así ha sido.
No fue hasta mediados o finales de los años 60 del pasado siglo que BMW empezó a hacerse un hueco en el mercado de los coches de calidad con las series 2000 y 3000, antecesores de las series 3 y 5 respectivamente.
Convendría que los periodistas del motor, tan afines a la marca BMW, hablasen con claridad de que el vehículo marca Isetta, sólo lo fabricó BMW bajo licencia – no fue para nada invento suyo – por un período de tiempo, ya que después de la segunda guerra mundial, BMW sólo era un fabricante de coches de tres al cuarto que además de la tal BMW-Isetta fabricó también una especie de pequeño deportivo parecido a un Seat-Siata, de cortísima tirada, y tan poco afortunado estéticamente como el citado pseudo-deportivo de BMW. El creador y fabricante original de la Isetta, se llamaba al coche en femenino, fue el fabricante italiano ISO, creador de maravillas de la carrocería como el ISOTTA FRASCHINI y el ISO RIVOLTA y otros, supongo.
Antes de la citada guerra, terrorífica donde las haya, BMW fabricaba motores de avión – Daimler también – , de ahí lo que parece ser una hélice girando que es su anagrama; y algunas series cortas de coches como el 328, digno de pasar a la historia de los clásicos, como así ha sido.
No fue hasta mediados o finales de los años 60 del pasado siglo que BMW empezó a hacerse un hueco en el mercado de los coches de calidad con las series 2000 y 3000, antecesores de las series 3 y 5 respectivamente.