Potencia, lujo, exclusividad y un gran placer de conducción. El Bugatti EB112 prometía todos y cada uno de esos atributos. Y podría haber sido así, si hubiese llegado a producción. Pero nació en un momento muy difícil en la historia de la marca, y el súper-sedán nunca pasó de la etapa de prototipo. Sin embargo, gracias a un fugaz e interesante movimiento a nivel empresarial, el EB112 no fue solo un concepto de exhibición. De hecho, existen tres ejemplares, y uno de ellos es completamente funcional.
Bugatti había salido recientemente de un largo letargo en el olvido. Fundada en 1909, la firma de lujo produjo automóviles por primera vez en 1910 y concluyó su producción inicial en 1962, con el Type 252. La propiedad pasó en 1963 a Hispano-Suiza, quien no hizo nada precisamente con Bugatti durante décadas. La marca estuvo inactiva hasta 1986 cuando Hispano-Suiza (que todavía está viva como empresa) la vendió al italiano Romano Artioli, quien retiró las telarañas de Bugatti. Bajo su propiedad, la marca regresó en el otoño de 1991 con el EB110.Con el restablecimiento de la compañía, Artioli era consciente que Bugatti significaba algo más que superdeportivos. Quería también un estupendo sedán deportivo. El trabajo de diseño del nuevo Bugatti estuvo a cargo del legendario Giorgetto Giugiaro en Italdesign. Giugiaro esculpió la forma orgánica y aerodinámica sin un solo pliegue en ninguna parte de su carrocería. Con un mínimo de adornos que se limitaban a la parrilla en forma de cascada, mientras que la zaga de tipo fastback presentaba una ventana trasera dividida y pequeñas luces bajo ella.
Como anécdota, editorial francesa Automobile incluso llegó a coronarlo como “el vehículo más hermoso del mundo”, ganándose el título de “personal editorial con mayor discapacidad visual del mundo” en el proceso. Definitivamente, se pueden ver ecos del diseño de los 90 aquí y en los productos posteriores de Bugatti, con unos exitosos Veyron y Chiron para, de alguna forma, elevar su apariencia por asociación, pero en general, El EB112 desprende una innegable aura de elegancia. Porque, además de la parrilla, la característica “C” también está presente en el tercer pilar.
El interior también era orgánico. Giugiaro diseñó una cabina gestada alrededor del conductor y el pasajero, separados por una amplia consola central. Los adornos eran principalmente cuero fruncido y aluminio pulido, sin presencia de los plásticos económicos de los 90. El aspecto era a medida, sí, pero tampoco podemos evitar sentir que parece un batiburrillo de un contenedor de piezas (¿el volante es de Bentley?). Por otro lado, el espacio para los ocupantes traseros era generoso, con dos sofás de cuero separados por una consola que no llegó a hacerse.
En términos mecánicos, el Bugatti EB112 estaba propulsado por un motor V12 desarrollado por Volkswagen para Bugatti. Con 6.0 litros de cilindrada, se trataba de una versión modificada del motor del EB110. Este bloque tenía cuatro turbocompresores y producía 560 CV, pero en el EB 112, más sobrio, el motor era atmosférico. Con esta configuración, generaba 450 CV y 650 Nm. Estaba emparejado a la misma caja de cambios manual de seis relaciones del EB110, así como al mismo sistema permanente de tracción a las cuatro ruedas.
Hablando en términos prestacionales, el EB112 establecía un 0 a 100 km/h en 4,3 segundos y una velocidad máxima de 300 km/h. A diferencia del EB 110, la potencia del 112 se encontraba en la parte delantera. Para sus 5,7 metros, el peso del conjunto se mantuvo en unos modestos 1.800 kilos gracias a una carrocería compuesta de aluminio y al chasis de fibra de carbono del EB110. Pero el chasis compartido no estuvo exento de un cambio considerable: el sedán tenía una distancia entre ejes de 3.100 milímetros, 560 mm más larga que su hermano.
El EB112 estaba listo para hacer su debut en el Salón del Automóvil de Ginebra de 1993, y se mostró como un prototipo completo y funcional. Desafortunadamente, el mundo aún no había visto el Porsche Panamera, y no todo el mundo estaba del todo preparado para una berlina de proporciones poco convencionales. Pero el esfuerzo no fue en vano, dado que el EB112 inspiró otros dos prototipos de cuatro puertas de Bugatti: el EB218 (1998), con un motor W18, y el 16C Galibier (2009), con corazón W16 del Veyron ya bajo el paraguas de Volkswagen.
Si bien las críticas en general no fueron positivas para, Bugatti tenía mayores preocupaciones. Entre 1991 y 1995, Artioli pudo vender solo 139 unidades del EB110, ya que era muy caro y se lanzó justo a tiempo para una recesión mundial. Bugatti quebró en 1995, pero Artioli mantuvo felizmente el control de la otra marca que había comprado en agosto de 1993, Lotus. En ese momento, solo existía el prototipo EB112 (#39001). Un segundo (#39002), estaba en proceso, pero no terminado. Por último, hay un tercer chasis (#39003), aunque era prácticamente una base.
El concept car EB 112 original era propiedad de Italdesign y permanece en posesión de la firma italiana hasta el día de hoy. Los otros dos chasis y sus componentes se empaquetaron junto con otras muchas piezas de repuesto de Bugatti y se vendieron en subasta también en 1993.
El comprador fue Gildo Pallanca Pastor, un empresario afincado en Mónaco, y un entusiasta muy interesado en los coches; Pastor es propietario del Monaco Racing Team y de Venturi. Llevó el chasis y las piezas a su taller para terminarlos, y consiguió dotarles de vida funcional.
El segundo chasis se terminó en un gris metalizado oscuro y se vendió a un coleccionista ruso. El tercero también se terminó y se convirtió en el coche personal de Pastor.
Es posible que aún lo tenga en su poder. Ahora, el hermano mediano (#39002) ha resurgido, ya que su propietario ruso decidió separarse de él. El EB112 está matriculado en Suiza desde 2003 y ha acumulado solo 3.900 kilómetros en los últimos 20 años. El concesionario que ofrece el coche, ubicado en las afueras de Múnich, no incluye un precio de venta, pero apostamos a que ya lo esperabas.
Está en perfectas condiciones de funcionamiento, y además, quien lo compre será una de las pocas personas en todo el mundo cuyo coche lleve una matrícula “Bugatti Automobili Proto”.
Fuente: Schaltkulisse
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