Si eres aficionado de las carreras, El Gran Premio de Mónaco, es una cita a la que debes acudir por lo menos una vez en la vida.
Siendo posiblemente el circuito urbano más espectacular del mundo, no hay edición que deje indiferente a nadie.
Una época, que en competición hace aflorar nuestra nostalgia. Los bólidos tenían características muy similares y la destreza del piloto era lo fundamental. Siendo cada carrera un espectáculo único donde absolutamente todo podía pasar.
Si a esto último le sumamos la elegancia de aquellos tiempos, nos dan unas ganas terribles de construir una máquina del tiempo y poder vivir esa experiencia.
Respecto a la carrera, el laureado fue Bruce McLaren con un tiempo de 2:46:29.7. La vuelta más rápida la daría el genial Jim Clark, quien desafortunadamente tuvo que retirarse debido a un falle en el embrague.
Sin más dilación, aquí tenéis el vídeo. (Y no, pese a la espectacularidad de las tomas, no es una recreación)
Vía: Autoweek